De la inmensidad en este vació
De mi punto que se aferra a mi nada,
Al desamparo donde si crepita.
Mi ausencia se transforma en grito,
Gravitando en el punto que se desintegra
En trozos de semillas adoloridas,
Y fui arrojado a lo desconocido,
Y en las noches de invierno
El frío arropa mi cuerpo.
Y luego no me acostumbré a lo que soy,
Luego soy un extremo de ésta máquila
En la que me afinco a mis entrañas
De mi inexistencia desconocida.
Luis Eladio González
"Asael"
"Asael"
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