Yo lo hice, lo hice en un sueño y en la vida real.
Un pájaro pequeño y flaco como un colibrí, miraba
a los lados como buscando algo. Yo salí del jardín
polvoriento, el pájaro al sentir mi presencia, voló
hacia mi ,se posó en una rama de un apamate de
dura corteza al alcance de mi mano. Jamás me pasó
por la mente atraparlo o matarlo. Estaba allí, miran-
dome. Era diferente a los otros pájaros. Estaba hecho
de luna, de tierra, de sol y de agua; tenía los colores de
nuestro tricolor. Vi en sus ojos tristes dolor y desespe-
ración. Para mi sorpresa ...El pájaro me habló-Me dijo-
La maldad de los humanos es como un volcán en erup-
ción ,mata mariposas ,bosques, ríos y pomarrosas.
¡ Yo estaba aterrado! De pronto ,voló y se posó sobre
mi hombro derecho .Me quedé estático esperando el
ataque. Oí nuevamente su voz de niño- Los humanos
están destruyendo nuestro planeta.
Vi como miraba los rojos y blancos claveles salpica-
dos de polvo ,las hormigas ,la grama y la abeja volando
de flor en flor y pensé que muchos no vemos lo que el
pájaro está viendo, comprendí que éramos como robots.
De pronto ...El pájaro aleteó, sentí que me abrazó como
abraza un anciano a un niño huérfano .-Me dijo entre
sollozos .-¡ Estoy triste ! Y lloró. Tapen todos los oídos
del mundo para no escuchar el llanto de una patria sin
libertad .
En el firmamento retumbó un trueno. Aún llorando
me dijo .-De generación en generación ,toda mi especie
yace perseguida y otra cautiva en jaulas ,ustedes le usur-
pan su libertad ;por eso decidí enfrentarme a tú altivez.
Voló nuevamente hacia la rama .Me sentí desamparado;
sentí en la boca el agrio sabor del limón verde.
Sus palabras como espuelas penetraron en mi conciencia,
perturbado por lo que oía ,levanté mis ojos llenos de lagri-
mas. Varios relámpagos seguían tocándole el cuero seco al
cielo. El seguía llorando.
El afligido pájaro ,no quitaba la vista de mi rostro.
La fuerte lluvia se esparció por el suelo ,no nos inmutamos.
Seguíamos allí mirándonos .Los charcos de agua hundidos
como vidrios reflejaban nuestras siluetas .Me quité las lagri-
mas y la lluvia con las dos manos ,el me imitó con sus alas.
No vi en sus ojos odio ,resentimiento ni desprecio hacia nues-
tra condición humana ,solo vi lástima ,compasión y amor hacia
nosotros los seres " racionales”. No me pidió clemencia .Yo bajé
avergonzado mis ojos ,no me atreví a mirarle ,sentí que su mira-
da escudriñaba todo mi ser.
Las horas se deslizaron lentas ,muy lentas , y yo, no hallaba un
hueco donde esconder mi vergüenza .Sentí otra vez su llanto lasti-
mero ,sentí sus palabras de piedra golpear mi mente .La verdad
estaba allí .Valoré aún más la libertad .Quise huir... Esconderme
como un topo en lo más profundo .Pero estaba seguro que si lo
hacia me perseguiría por todos los confines .No sería un sólo
pájaro ,serian millones los que me reprocharían mi cobardía
mi falta de humanidad .
No pude levantar la mirada ,en medio de mi llanto .-Dije .-
Nadie me ha dicho, haz de enjaular a todos los pájaros del
mundo .Sentí resbalar su mirada por todo mi ser .-Me dijo .-
Todos son culpables por no hacer nada ante semejante humi-
llación .Me armé de valor y le miré nuevamente a sus ojos .
Sus ojos brillaban a libertad .Me invitó a que me montase en
su espalda .¡Yo me negué !...Me dijo que lo ayudase a darles
la libertad a todos los pájaros del mundo ,que sin la ayuda de
los humanos sería imposible .
Voló por el mundo llevándome en su lomo , la tierra era tan
pequeña ;pero nosotros éramos solo un punto en la inmensidad .
Abrimos todas las puertas de las jaulas ,en cada jaula yo me en-
cerré y sentí en mi carne la humillación de la prisión .
Al despertar de aquel sueño tan triste y a la vez tan alegre ,sentí
que había renacido .
El reloj dio las seis campanadas .¡Me levanté de un salto!...
Aquel sueño me hizo reflexionar ...
Abrí la puerta y avancé decidido hacia la jaula .Abrí la puerta
de aquella diminuta prisión y los cuatro pájaros volaron hacia
el horizonte y comprendí cual importante es vivir en libertad .
ESCRITO EN EL AÑO
1985
AUTOR : Luis Eladio González
Publicado por Luis Eladio Gonzalez Uzcategui
en 04:54
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