Una noche cuando el mundo gemia
y mis pasos alados en la brizna
huian del individualismo enfermo;
yo me quedé desamparado y solo.
Los otros con su materialismo
nos asustan la vida y en sus entrañas
habita la avaricia .
Y yo, en esta podredumbre de abrazos,
en ésta forzar de apretón de manos,
en ésta hipocresia cotidiana,
los miro y veo estiercol,
y luego quiero huir como huyeron mis pasos .
¿Dónde estarán mis pasos liberados ?
Seguro qué conviviendo entre animales
llamándome para que me libere
de la podredumbre de ésta sociedad .
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